TV Arg
Hay una polémica, de lo más aburrida, acerca del programa de Tinelli.
Es imposible impedir que existan -ni siquiera digamos malos- sino los programas elementales o de entretenimiento. Ahora, ante éso, algo habría que decir. Porque ¿qué pasa con el que se propone la excelencia? ¿Quién lo recomienda? ¿Quién lo nombra? ¿Quién polemiza acerca de él? ¿Quién lo divulga? Porque no hacemos otra cosa, justamente, que hablar de un programa acerca del cual todos estamos contestes en que no es excelente. Entonces, esa igualación me parece que es un castigo inmerecido para los artistas que buscan la excelencia.
Y no es que me parezca malo o estúpido porque no lo es, hasta le diría que me cae simpático el programa de Tinelli, pero no me cae simpático que tenga que negarse la posibilidad de programas que busquen la excelencia. Y que tenga que argumentarse casi como que eso es imposible, que a eso no llega nadie.
Y entonces participo diciendo que Tinelli tiene derecho a hacer el programa, pero también hay muchos que tienen derecho a hacer un programa que no sea el de Tinelli. Y también hay gente, no se cuanta, que tiene derecho a ver programas que no sean el de Tinelli. Así que sobre ese derecho habría que conversar, sobre ese derecho y sobre ese deber. El deber que tiene un artista complejo y un hombre inteligente es el de hacer programas que aspiran a la excelencia. Y después, si otro tipo tiene un programa aparentemente simple, que entretiene a la gente, y que incluso hace beneficiecia, bueno, fantástico, que viva 100 años contento. Pero si es la única posiblidad, si se convierte en la única referencia, si se convierte en el único tema de conversación, estamos fregados.
Y ahí hay también otra cosa nueva. Si vos tenés un canal oficial, ¿qué tenés que hacer? Tenés que dejar al espectador mejor que cuando prendió el televisor. Entonces conviene que ese canal oficial se encargue de cosas que el mercado a lo mejor no intenta porque la gente se inclina por lo más elemental porque evidentemente somos más los que no sabemos sobre física cuántica que los que saben.
¿Para qué tener un canal? Para llegar a aquellos lugares en donde evidentemente Tinelli no llega.
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