De los intelectuales

Yo no quiero ser un intelectual. Los intelectuales son los que divorcian la cabeza del cuerpo. Yo soy una persona: una cabeza, un cuerpo, un sexo, una barriga, todo. Pero no un intelectual, ¡abominables personajes!
Ya lo decía Goya: "La razón genera monstruos". Cuidado con los que solamente razonan. Cuidado. Hay que razonar y sentir.
Yo creo en esa fusión contradictoria, difícil pero necesaria, entre lo que se siente y lo que se piensa. 
Y cuando aparece uno que solamente siente pero no piensa, digo: ¡éste es un cursi! 
Y cuando veo uno que sólo piensa y no siente, digo: ¡Ay que horror! ¡Éste es un INTELECTUAL, qué espantosa cosa! Una cabeza que rueda... yo no quiero ser una cabeza que rueda.

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